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El Discernimiento y el Intestino Delgado

El intestino delgado es compañero del corazón. Es el llamado clasificador del corazón, él se encarga de separar lo puro de lo impuro, es el responsable del discernimiento.
Cuando recibimos alimento (sea físico, mental o emocional) él se encarga de saber que absorber y que desechar.
El exceso de información del que ha ido en aumento en los últimos años, hace que éste se vea sobrepasado. Porque si a nivel físico no es lo mismo hacer la digestión de una cantidad de comida normal y corriente, no será lo mismo hacerlo si nos hubiéramos comido 20 hamburguesas y 20 pizzas. Y esto se aplica también al consumo del “alimento información”.
Con lo cual si nos sobrecargamos de información externa haremos que nuestro intestino delgado pierda su capacidad de discernimiento, habrá confusión mental, no sabremos distinguir lo verdadero de lo falso, lo que nos beneficia de lo que no nos conviene, terminará afectando al corazón que ocasionará ansiedad, angustia, depresión o enfermedades mentales.
A todo esto sumamos que al estar adictos a los estímulos externos genera dopamina que esta se produce en parte en el intestino delgado. Alterando el proceso natural cíclico de contracción-expansión. Concentración-dispersión. Situando toda la balanza en el lado de la dispersión y quedando mermada nuestra capacidad de concentración y atención.
Cuando estamos dispersos toda esa información penetra indiscriminadamente en nosotros, quedándose en la mente subconsciente.
Cuando comemos y al mismo tiempo estamos consumiendo información: viendo televisión, películas o internet, el intestino delgado empieza a irse a la dispersión y a la sobreexcitación, cuando lo ideal para que hiciera su función de manera eficiente sería que estuviera concentrado y sereno para saber discernir con que quedarse con lo mejor para nosotros.
Cuando las personas tienen afectado el intestino delgado son personas nerviosas, crédulas, fáciles de engañar, miedosas, influenciables, tienen confusión mental e incapacidad de distinguir lo verdadero de lo falso.
El intestino grueso está relacionado con el apego, las viejas creencias, los antiguos paradigmas, si no se sueltan, no podrán adquirir nuevas visiones, conocimientos ni capacidad para evolucionar.
En la cultura occidental solo se pone enfoque y se le da valor al llenado, sea de cosas, proyectos, ideas, definiciones, conceptos, éxitos, propiedades. Nunca se da valor al vaciado, cosa que sí hacen en las filosofías orientales.
Si solo nos llenamos y nunca nos vaciamos es normal que aparezca la enfermedad, estamos yendo en contra de las leyes de la naturaleza.
Al crear este síndrome de Diógenes en el campo mental nos impide ver quien realmente somos, nos impide contactar con nuestro propósito y divinidad.
Los alimentos que perjudican al intestino son: lácteos, proteína animal, azúcar, harinas refinadas, alimentos transgénicos, alcohol, medicamentos, metales pesados…
Punto de digitopuntura recomendable: 4 Ren Mai- Puerta del Origen. Se localiza a 4 dedos (3 cun) debajo del ombligo. Punto Mu del intestino delgado, comunica con la energía cósmica.
Otras recomendaciones:
-Hacer ayunos de forma regular
-Hacer ayunos de información externa
-Realizar enemas
-Meditar
“La inspiración que buscas ya está dentro de ti, quédate en silencio y escucha”
Rumi