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Los 5 Sabores en la Dietoterapia Energética

Sabor Ácido:

 

Se corresponde con el elemento Madera, tonifica Hígado y Vesícula Biliar.

Tiene naturaleza Yin: Almacena, astringe y contrae la energía.

Tiene capacidad desintoxicante y alcalinizante.

Es apropiado en situaciones de pérdida de líquidos orgánicos: vómitos, diarreas, hemorragias, sudoración excesiva.

El exceso de ingesta de alimentos ácido puede producir retención de líquidos.

Los alimentos ácidos agudizan el ingenio y el intelecto. Su exceso puede provocar emociones de resentimiento y envidia.

 

Sabor Amargo:

 

El sabor amargo se corresponde con el elemento Fuego y por lo tanto tonifica al Corazón, Intestino Delgado, Pericardio y Sanjiao.

Tiene naturaleza Yin pues favorece la eliminación hacia abajo. Pues facilita el drenaje y la diuresis.

El amargo tiene efecto secante. Es útil en caso de humedad. Mientras que habrá que moderar la ingesta de sabor en caso de pérdida de sangre o líquidos orgánicos.

Favorece la digestión. Es muy indicado para poner en marcha las digestiones lentas, por facilitar el movimiento descendente.

Abre el apetito. En exceso puede provocar inapetencia. Reduce el deseo de dulce, ácido o picante.

Tonifica los tejidos, es depurativo y es refrescante en caso de fiebre, inflamaciones, acaloramientos y escozores. En exceso puede provocar cefaleas y sensación de debilidad.

El exceso de amargo puede provocar emociones amargas como insatisfacción y frustración.

 

Sabor Dulce:

 

El sabor dulce se corresponde con el elemento Tierra. Tonifica Bazo y Estómago.

Tiene naturaleza Yang, favorece el ascenso de energía.

El sabor dulce es sedante. Calma el humor agitado e inquieto.

Armoniza, refuerza, tonifica, lubrifica (pues promueve la producción de líquidos orgánicos). Mientras que el exceso produce humedad (mucosidades, flema). Lo que provoca sensación de pesadez, embotamiento y somnolencia.

El exceso de dulce conduce a la complacencia, a la codicia y a la dependencia emocional.

Nota: los alimentos óptimos dulces son aquellos que son naturalmente dulces como por ejemplo: arroz integral, calabazas, zanahorias, mijo.

Los dulces artificiales, provocan mayor oscilación de la glucosa, adicción e inestabilidad emocional.

 

Sabor Picante:

 

El sabor picante se corresponde con el elemento Metal, tonifica Pulmón e Intestino Grueso.

Tiene naturaleza Yang, facilita el ascenso de la energía y su movimiento hacia fuera

El sabor picante promueve la circulación y salida de los fluidos, moviliza las mucosidades densas facilitando la expectoración. Y abre los tejidos facilitando la limpieza de las secreciones grasas de la piel.

Facilitan la digestión, por facilitar el flujo de los líquidos digestivos. Por ejemplo, una infusión de jengibre antes de comer estimula la digestión.

Favorece la circulación de la sangre y de la energía, evitando los estancamientos. En exceso sobreestimula los Pulmones agotando el Qi.

El sabor picante conduce a la extraversión. El exceso provoca excitación y predispone al humor punzante.

 

Sabor Salado:

 

El sabor salado se corresponde con el elemento Agua, tonifica al Riñón y a la Vejiga.

Tiene naturaleza Yin, mueve la energía hacia abajo y hacia adentro.

El sabor salado humedece, lubrifica, ablanda, desintoxica. Estimula la función digestiva, al favorecer el flujo de saliva y líquidos estomacales.

El exceso de sabor salado sobreestimula el Riñón, debilitándolo.

Si se toma exceso de sal, cada vez se tiene más ansias de sal. Por ello el sabor salado se asocia a las ansias y a los deseos compulsivos.

 

 

Del libro Dietoterapia Energética de María Isabel Mayordomo Giner.